domingo, 12 de octubre de 2014

Maneras de sufrir/vivir

No sé si estoy en lo cierto
lo cierto es que estoy aquí
otros por menos se han muerto
maneras de vivir.

Descuélgate del estante
y si te quieres venir
tengo una plaza vacante
maneras de vivir
(Rosendo)


Desde que nos hemos anclado en la repisa no ha parado de nevar. Hace horas que deberíamos estar en el refugio pero ha llegado la noche y todo se ha vuelto demasiado peligroso para seguir simplemente con la luz del frontal.




Han habido momentos tensos ahí abajo. Nos hemos equivocado de ruta un par de veces y ahora pagamos las consecuencias. El único calor que percibo es el del mis compañeros, somos tres cuerpos unidos por una cuerda a dos pitones dispuestos a resistir una noche que se presupone que será muy larga.

La comida hace tiempo que se terminó pero al menos queda gas en el hornillo para derretir nieve. El tiempo esta congelado al igual que empiezan a estar nuestros cuerpos sepultados lentamente por esta silenciosa y constante nieve. Ante esta situación florece en mi la eterna pregunta ¿Qué hago aquí?

Amanece. Atrás queda la noche y sus sombras. Desentumecemos los cuerpos doloridos por el frió y la quietud y empezamos a escalar. Cuatro largos después aparecemos en la cumbre.

Felicidad, abrazos, fotos y sonrisas. Vuelta al refugio aderezada con cerveza y vino que actúan como catalizador para proponer nuevos retos. Que lejos queda la noche, los problemas y ese ¿Qué hago aquí?



Demasiados ciclos de estos he vivido como para saber que la eterna pregunta volverá. Ahora aislado del dramatismo del vivac y de la euforia de la cumbre creo que es una buena oportunidad para intentar contestar la pregunta. A mi mismo y a los que a veces me preguntan ¿Para qué ese sufrimiento gratuito? ¿Qué necesidad?

Quizás no sea el momento más apropiado para contestar estas cuestiones. Tengo demasiada rabia contenida. Rabia por terminar una carrera y sentir que no me vale para nada. Rabia por verme casi obligado a tener que irme de España si quiero tener un trabajo digno. Rabia por tener que alejarme de la gente y las cosas que quiero. Emigrar o quedarme para mal vivir y ser explotado con un contrato de prácticas en el mejor de los casos.

Rabia por ser manipulado día a día por los medios de comunicación. Rabia por que hace eones que ha sido sobrepasada mi capacidad de indignación.

Así que podría intentar buscar razones más nobles, poéticas o  loables para contestar la dichosa pregunta, pero creo que ahora mismo solo se me ocurre parafrasear a Extremoduro.

Hago esto por que es una forma de mandarlo todo a tomar por culo. Porque aquí mi vida no depende de las fluctuaciones del mercado. Aquí son mis manos, mis pies y mi cabeza los que deciden. Aquí soy yo el que debe asumir los errores, es imposible escudarse en la herencia recibida. Si fallas tu eres el único responsable y sobre ti caerán las consecuencias. Imposible ejercer el deporte nacional de escurrir el bulto sobre otro. Libertad y responsabilidad lo llamaban antaño. Valores demasiado devaluados en estos días.

Compañerismo y sinceridad. Amigos que unen su vida a la tuya por medio de una cuerda, no meras fotos de perfil. Sinceridad a la hora de evaluar tus aptitudes y oportunidades. De nada sirve aquí engañar al prójimo o a uno mismo. Si no estas a la altura el pago puede ser incluso la vida.

Y sobre todo Resiliencia. Podría usar un termino ingenieril para definir tal concepto pero me gusta y me parece mucho más descriptivo catalogarlo como "el arte de tolerar puteos".

Después de vivacs no esperados, embarques, marrones, sustos, vueltas eternas, lluvia, nieve, frió, hambre, caídas e imprevistos varios tu capacidad de relativizar los reveses de la vida se vuelve asombrosa.

¿Qué hago aquí? ¿Por qué este sufrimiento gratuito?

Pues porque mientras estoy aquí nada ni nadie puede quitarme la sonrisa. Porque aquí siento que llevo las riendas de mi vida. Después lo que tenga que venir, que venga. Pero siempre será relativizado con la cabeza puesta en la siguiente pared, en la siguiente montaña.


Dicen que las personas más felices son la que han cultivado durante su vida una actividad y nunca han dejado de hacerla. Gente que no hipoteco el proyecto de su vida al simple sobrevivir, porque cuando ese proyecto termina están vacías y no saben ni quien son. No digo que esta manera de vivir sea la mejor, pero es la mía, la que me define y la que me sirve de hilo conductor. "Es mi manera de sufrir" ¿Qué menos que en mi puteo aun pueda elegir yo?.

Me gustaría terminar citando a Sebastián Álvaro.Creo que en este texto resume con mejores palabras todo sobre lo que os he estado hablando:

"Lugares donde siempre se esta de paso, donde eres vulnerable, donde solo estar supone, muchas veces, arriesgar la vida. Soledad y silencio. Lugares que parecen rechazarte con todas sus fuerzas pero que siempre ha merecido la pena recorrer. Echando la vista atrás, me doy cuenta de que han modelado, en buena medida, la esencia de lo que soy."

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